domingo, 30 de mayo de 2010

EXPERIENCIA EN LA RESIDENCIA DE SANTIAGO DE COMPOSTELA

Las Religiosas Concepcionistas tenemos en España dos Residencias Universitarias: en Granada y en Santiago de Compostela. Algunas jóvenes han vivido en la Residencia durante todo el período de sus estudios universitarios, como es el caso de Laura Pérez, que este año finalizará sus estudios.
Desde el blog concepcionista, te damos las gracias, Laura, por haber compartido con nosotros tu experiencia. Te deseamos lo mejor para la nueva etapa que comienzas. Cuenta siempre con el apoyo y la oración de las Religiosas Concepcionistas, nunca olvides que un tiempo de tu vida lo viviste en una Casa de Maria Inmaculada.
Mi estancia en la residencia durante todos estos años ha sido positiva. Lo que siempre valoré más es el ambiente de estudio, el silencio que reina en la misma, sobre todo, durante las horas que normalmente se destinan al estudio y al descanso. Esto es a lo que más importancia le doy, porque mi objetivo principal siempre fue centrarme en mi carrera, aunque tampoco quiero decir con ello que todo se haya circunscrito a ella porque también hay tiempo para divertirse pero sí ha sido, sin duda, lo prioritario y sin tranquilidad en elle lugar en el que permaneces durante el curso, se dificulta el poder terminarla sin demora.

Pero aparte de esto, ha sido una experiencia única en el sentido de que he conocido a muchísima gente (haciendo amistades en varios casos o afianzándolas en otros), de diversas disciplinas y de la que siempre he aprendido algo nuevo. Además, al ser un grupo numeroso de universitarias, he aprendido a convivir con todas ellas, pues esto no siempre resulta fácil ya que cada una tenemos una forma de ser distinta y en nuestros hogares, nos han educado de una determinada manera y con diferentes valores. Pero yo creo que con respeto y muchas veces, poniéndose en el lugar del otro, se consigue una buena convivencia.

Por otro lado, también he de resaltar el trato amable y cordial por parte de toda la comunidad de religiosas y del personal que está al servicio de la residencia, algo que favorece la integración en la misma y, el hecho de sentirse más cómodo, porque sobre todo durante el primer año, cuesta mucho despegarse de casa y adaptarse a la nueva situación.

Finalmente y, en conclusión, mi etapa universitaria, tanto lo vivido en la facultad como en la residencia, va a ser inolvidable, me llevo muy buenos recuerdos de todo y, la verdad, es que me da mucha pena terminar porque ya estaba acostumbrada a la ciudad, a la residencia, a la facultad... Pero entiendo que todo periodo tiene su fin y aunque afronto con un poco de temor el futuro, ante la incertidumbre que genera una nueva etapa, también pienso que hay que seguir preparándose para, algún día, incorporarse al mudo laboral.


Laura Pérez, estudiante de la Residencia Santiago Apóstol.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Dicen que mirar para atrás ni para coger impulso; pero a los años de universidad creo que a ninguno nos importaría volver de vez en cuando...Enhorabuena!