viernes, 10 de diciembre de 2010

CASAS DE MARÍA INMACULADA

COMUNIDAD DE SANTIAGO DE COMPOSTELA

“Una cima grita a otra cima con voz de cascada…”

Estamos próximos a finalizar en Santiago de Compostela un año jubilar que ha congregado a miles y miles de peregrinos en torno a la tumba del apóstol con el lema “como Santiago, amigo y testigo del Señor”.
Esta cima, se une para nosotros con otra cima: Un año concepcionista que celebra con espíritu de alegría la muerte – llena de vida- de la beata Carmen Sallés, una mujer que no tuvo miedo de asomarse a la ventana de la vida y a través de ella, descubrir la gran necesidad de educación que en su época tenía la mujer y no se quedó quieta saltó hacia la aventura de formar una Congregación que diese solución a este gran problema. Se lanza a una peregrinación por los distintos pueblos y ciudades de la España del siglo XIX, a crear casas de María Inmaculada.
Y saltamos a otra cima, justamente en este año en la ciudad del apóstol, Santiago de Compostela, hace exactamente 50 años, la Congregación concepcionista abre una obra UNA RESIDENCIA UNIVERSITARIA.
En ella estamos 5 religiosas y 75 jóvenes estudiantes de diversas carreras universitarias. Sobresalen por el número la orientada a las ciencias de la salud, medicina, enfermería, farmacia…y otras como derecho, física, biología… Te puedes preguntar ¿qué hace esa comunidad en Santiago? Pues trabajar en la educación con otro estilo del que tú conoces:

* acogiendo
*acompañando.
* escuchando
* orientando


Creando un ambiente de familia, donde las jóvenes no sientan tanto la ausencia del hogar, que por motivos de estudios han tenido que dejar
Y así, cinco concepcionistas tratan de hacer de esta residencia UNA CASA DE MARÍA INMACULADA.
Anímate, te invitamos a visitar la ciudad del apóstol y en ella la Residencia Universitaria Santiago Apóstol.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Gracias hermanas por vuestro testimonio y entrega, en verdad creáis ambiente de familia, donde se respira un aire especial, Cristo vive, y ahroa en tiempo de adviento, viene a la tierra, a nuestro hogar... y así nos lo expresáis vosotras con vuestros gestos y miradas, con vuestra paciencia y detalles... gracias por ser hijas de María Inmaculada.