miércoles, 26 de octubre de 2011

CON EL CORAZÓN EN EL CIELO...

Estrenamos esta sección del blog, que este año va a ofreceros testimonios de personas que han vivido alguna experiencia especial y desean compartirla con todos nosotros.
Hoy nos escribe Miguel Ángel, alumno de 2º ESO del colegio de Pozoblanco (Córdoba), contándonos su experiencia en la Jornada Mundial de la Juventud de este verano.
Agradecemos su colaboración en nuestro blog y animamos a otras personas a enviarnos sus experiencias.

Este verano, un grupo de jóvenes y no tan jóvenes Concepcionistas hemos tenido una cita en Madrid, el Papa Benedicto XVI nos convocaba a un encuentro mundial: la JMJ 2011.
Salimos de Pozoblanco rumbo a Madrid muy tempranito, nuestras caras expresaban mucha alegría, mucha ilusión y un poco de angustia de no saber muy bien que nos íbamos a encontrar. Nuestro destino, el colegio de Princesa, como en casa, una vez instalados en nuestras fantásticas habitaciones, nos dieron la bienvenida con una gran fiesta, donde había grupos de Brasil, Venezuela, Estados Unidos y de otros lugares del mundo y de España. ¡Que gente más distinta unidos en la fe de Cristo! Sentía que el mundo era pequeño, que todos compartíamos la misma experiencia: encontrarnos con Dios y con el Papa.
Antes de la llegada de Benedicto XVI a Cibeles nos preparamos con la oración, el sacramento de la reconciliación y catequesis.
Con algunas horas de antelación y demasiado calor nos colocábamos para la llegada del Papa a Cibeles, el ambiente era de fiesta, alegría, de cantos, no puedo explicar como me sentí cuando lo vi en el Papamóvil, fue una de las cosas que más me gustaron, recuerdo un hombre mayor, de pelo blanco y una gran sonrisa en su cara que transmitía mucha paz y felicidad.
Después de ese gran momento fuimos al Macrofestival de la vida consagrada, fue impresionante la cantidad de jóvenes que nos reunimos allí para escuchar canciones de Dios, testimonios y otras actuaciones.
Por todos sitios donde íbamos se respiraba alegría. Tanta gente con nuestras mochilas a la espalda, nos sentíamos familia.
…Y llegamos a Cuatro vientos. ¡Cuántas fatiguitas hasta llegar! Multitud de gente en el metro, por las calles… Mucho, mucho calor, poca agua, gracias a los bomberos, gracias a los voluntarios, se hacía todo más fácil. Llegó la lluvia, el aire y la angustia, pero entre todos conseguimos que reinara la calma al lado del Papa, que en todo momento permaneció allí, con nosotros.
La vigilia comenzó con el saludo del Papa a todos y en particular a los jóvenes.
Pasamos la noche como pudimos sin apenas dormir y Benedicto XVI volvió por la mañana para la celebración de la Eucaristía, nos dijo que se había acordado mucho de nosotros. Fue una misa distinta a todas, la celebraba el Papa, rodeados de tanta gente de todo el mundo, en un ambiente de mucha alegría, que no olvidaré nunca.
Me da alegría contar y decir que  he vivido la JMJ siendo muy joven, que tenemos que seguir a Jesús porque es el único que da sentido a nuestras vidas.

Gracias al grupo de Pozoblanco por compartir esta gran experiencia.

“ARRAIGADOS Y EDIFICADOS EN CRISTO FIRMES EN LA FE

Miguel Ángel Solano Lopera (sentado en el suelo) junto a sus amigos de la JMJ

3 comentarios:

Giocondo dijo...

Fui voluntaria de la JM J , ha sido una experiencia inolvidable ...
estoy sola en este blog? seguro que alguien responde
ecooooo

Anónimo dijo...

No estás sola... estamos muchos, lo que pasa es que nos da un poco de pereza escribir, jeje

Anónimo dijo...

Fue una experiencia increíble... ¡Familia Concepcionista a Río de Janeiro! :)