miércoles, 11 de noviembre de 2015

EEJ AVILA 2015. GRACIAS POR TODO LO VIVIDO

En agosto de 2015, un grupo de jóvenes concepcionistas participaban en el Encuentro Europeo de Jóvenes en Ávila. En el mes de septiembre publicábamos en el blog el testimonio de uno de los jóvenes que participaron y hoy, queremos compartir la experiencia vivida por otra joven, Judith Velasco, exalumna del colegio de Burgos. A ella le damos las gracias por enviarnos este artículo y por colaborar a seguir compartiendo, haciendo familia y enriqueciéndonos unos y otros de este Carisma que vibra en nuestros corazones.

El día 9 de agosto, unos seis mil jóvenes de distitnos lugares de Europa nos encontrábamos en Ávila celebrando una Eucaristía muy espe con el corazón preparado para vivirla a fondo, el motivo, los 500 años desde el nacimiento de Sta. Teresa de Jesús.
Una preparación que en mí había empezado desde el día en que nos propusieron vivir esta experiencia. Desde el rpimer momento, pensando qué me llevaría, qué haríamos, imaginando cómo sería el reencuentro con todos, cómo lo viviría... Pero no es hasta que llegué a Ávila con mis "bártulos" cuando me di cuenta de que lo que iba a vivir iba más allá de todo lo que pudiera haber pensado...
Y es que no es el susto que te entra al tener que dormir con un montón de personas en un polideportivo, sino la oportunidad de hablar de miles de cosas durante la noche, incluso el despertar de cada dñia. Deja de importarte cuanto tengas que andar para llegar a los lugares de encuentro, sino las conversaciones, bailes y canciones que surgen durante el camino, ni siquiera la comida que nos daban cada día y que a día de hoy al recordarla nos sigue sacando alguna sonrisa...
Todo ello unido a momentos de oración, reflexión, ratos para compartir y para escuchar, conciertos, incluso tener la oportunidad de ver un musical... Tantas actividades, ratitos, que van dejando su granito de arena y que no se quedan en ti, sino que se refleja en los demás, como la alegría de poder cantar todos juntos dándolo todo en una eucaristía y, otras veces, en miradas, sonrisas, abrazos, que das y que recibes.
Todo ello hizo que ese día, 9 de agosto, solo quisiera dar las GRACIAS por todo lo vivido, por las religiosas que nos acompañaron, por haberme sentido dentro de una familia concepcionista en la que cualquier adjetivo con la que querer describirla se queda corto y, sobretodo, me di cuenta de que no es el lugar ni el día, sino el estar allí con ellos, viviendo cada minuto lo que de verdad me hace feliz y me llena.
¡GRACIAS FAMILIA!

Judith Velasco (Burgos)


 Algunos de los jóvenes concepcionistas en el EEJ de Ávila

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