lunes, 12 de diciembre de 2016

ECOS DEL PENSAMIENTO DE STA. CARMEN Nº 26

“«Ven, Espíritu creador» : al comenzar cada día, al iniciar los trabajos,… ¿Puede haber más sólido soporte?”

REFLEXIÓN de M. Nieves Galey, rcm

Silencio y adoración. Me da tremendo respeto ir a la piel de nuestra Santa, Carmen Sallés y respirar en ella estas palabras, escuchar el eco de este pensamiento: ¡Ven, Espíritu creador!
Para ella sería como gritar desde alma la ayuda, la luz, el discernimiento, la presencia de un gran amigo al que conoce en mil detalles providentes: fuerza en experiencias cotidianas de debilidad, de pequeñez; lucidez ante la escucha de quien te sale al camino y reclama acogida en lo que cuenta, siente o le preocupa. Calor, fuego y entrañas ante la realidad de cada ser humano que entra en contacto con nuestra vida y el Espíritu en nosotros se hace mirada tierna, simpática, amante; se hace actitud acogedora y sonrisa cómplice cada vez que sintonizamos con la forma de amar de Dios a través nuestra.
Es increíble soñar ¿Cuántas veces llamaría M. Carmen al Espíritu Santo para ser con Él, instrumento apasionado de Dios para los demás? ¿La imagináis?
Y aún hay mucho más. Ella le pide venir con toda su capacidad creadora. Vemos en Carmen Sallés a una mujer de tenaz esperanza y fe en el Dios que mira a sus hijos como potentes ayudantes para seguir creando un mundo mejor, más humanizado, más fraterno, más responsable ante la injusticia y el sufrimiento de cuantos viven desprotegidos de ser amados en dignidad. Por eso, ¡Ven Espíritu Creador! Hazme junto a ti, instrumento útil que mejore el sueño que Dios sigue amando, la creación, tú y yo.

Y acaba este eco con una convicción profunda y un último suspiro del alma: ¿podemos contar con amigo más fiel que Él, atento a nosotros y pilar en el que apoyar toda nuestra vida? ¡Ven Espíritu Creador a cada circunstancia de mi día a día! ¡Hoy de nuevo veré como te haces milagro de paz, consuelo, pasión, alivio, acogida, descanso, espera sostenida, luz, sonrisa, inocencia… en tantos hermanos, compañeros del camino e hijos amados de Dios!


viernes, 25 de noviembre de 2016

JÓVENES CONCEPCIONISTAS DE RUTA POR BARCELONA

Para los Jóvenes que pertenecen al Movimiento concepcionista Misionero, este año la Asamblea fue a finales de octubre, haciendo una ruta muy especial: La Ruta de M. Carmen por Barcelona, su tierra natal. Vivieron momentos muy especiales y disfrutaron mucho, pero es mejor que lo cuenten ellos mismos. 
Hoy lo hará Mª Eugenia, para los que la conocemos, Piki, nuestra amiga y compañera del colegio de Ponferrada que ya estudia 2º de Bachillerato. ¡Muchas gracias por dedicarnos este ratito, escribiendo tu experiencia!

Después de un largo viaje en autobús sin importarnos las horas que fueron, llegábamos por fin a uno de los encuentros más esperados. En mi caso era la última asamblea ya que estoy en segundo de bachiller así que os podéis imaginar las ganas que tenía de reencontrarme con todos mis amigos concepcionistas.
El primer día nos pusimos de camino a Vic para ir a conocer la ciudad donde nació nuestra fundadora, Santa Carmen. Allí recibimos una bienvenida en la Catedral de la ciudad y tuvimos una Celebración que nos ayudó a interiorizar lo que íbamos a vivir ese fin de semana. Más tarde visitamos el Ayuntamiento, en el que se encuentra un retrato de ella. La tarde visitando Barcelona fue inolvidable, visitar la Sagrada Familia, dar un paseo por las Ramblas, conocer el puerto de Barcelona y por último visitar Las Fuentes de Monjuic. No tenía otra palabra que como dije antes, inolvidable.


En el segundo día de nuevo subimos al bus camino de Montserrat que es el lugar donde Madre Carmen sintió la llamada de Dios. Empezamos el recorrido del Vía Crucis que nos llevaba a la Santa Cueva. Cuando todos los coles lo terminamos nos reunimos para rezar en el Monolito de Madre Carmen. Desde mi punto de vista Montserrat fue impresionante, un lugar realmente precioso donde tuvimos momentos de oración pero también de diversión entre nosotros. De vuelta a Barcelona iniciamos una visita guiada por el Barrio Gótico. Más tarde fuimos a la Iglesia de Santa Maria del Mar, donde tuvimos una misa en la que el sacerdote nos mencionó especialmente a los concepcionistas.
El lunes fue el último día donde tuvimos una despedida en la capilla del colegio de Barcelona. Para casi todos era un día similar al viernes, nos esperaba un viaje largo pero había algo que nos ponía más tristes, la despedida. Entre llantos, besos y abrazos nos despedimos unos de otros, pero nunca diciendo adiós, porque aunque para mí fuera mi última asamblea sé que nos volveremos a ver, porque aparte de ser compañeros concepcionistas somos amigos para siempre.

Piki, alumna del Colegio de Ponferrada

Reencuentro con amigos de otros coles


domingo, 20 de noviembre de 2016

FIESTA DE LA NIÑA MARIA 2016

Día entrañable para la Familia Concepcionista. Hasta el cielo llegan voces que corean "Viva la Niña María" en español, inglés, francés, coreano, japonés, lingala, fang, creole, tagalo... Y la Virgen Niña sonríe desde el cielo, y danza de nuevo como lo hiciera con 3 añitos en el Templo de Jerusalén, sobre las puntas de sus piececitos que acarician las nubes y dejan estelas de luces de colores a su paso. María, siempre Niña. María, nuestra Niña, la de todos, pequeños y mayores, que nos remonta a la infancia y a la juventud y saca de nuestros corazones la esperanza y la ilusión, la alegría y la emoción. 
Niña María, sé tú siempre nuestro NORTE, nuestra GUÍA y sigue protegiendo nuestras vidas en nuestro caminar.



sábado, 19 de noviembre de 2016

ECOS DEL PENSAMIENTO DE STA. CARMEN Nº 25

ECO Nº 25 DEL PENSAMIENTO DE SANTA CARMEN SALLÉS   
El trabajo que realizamos es santificador, un medio para encontrarnos con Dios. El Espíritu Santo, durante este trabajo, descenderá sobre nosotros y habitará en nuestro corazón”

REFLEXIÓN de M. Victoria Zorrilla, rcm
De nuevo con vosotros, ¡qué alegría! ¡Me gusta tanto poder compartir aquello que llena mi vida…!
Hoy quiero hablaros del trabajo, de cómo todo aquello que realizamos nos ayuda a avanzar en nuestro camino hacia el Cielo; es decir que nos conduce a ser santos, nos santifica. Para ello nos ha dado Jesús el Espíritu Santo que habita en nuestros corazones y nos ayuda a comprender las enseñanzas de Jesús y a realizarlas con amor y coraje. Esta presencia actúa en nosotros como un soplo que nos infunde una vida nueva, una fuerza nueva, un dinamismo increíble que nos hace trabajar con amor, con alegría y responsabilidad, sin desanimarnos y sin dejarnos caer en la tentación de la mediocridad. ¡Ah!, es muy importante que escuchemos al Espíritu Santo, y sigamos sus inspiraciones, y estad seguros, son siempre para hacer cosas buenas y para hacerlas bien. ¡Qué maravilloso es Jesús para con nosotros! Como sabe que somos débiles, que nos desanimamos, nos ha dado su Espíritu, así podremos trabajar siempre con nuevas fuerzas, avanzando hacia el Cielo.
Ya sé que no es fácil hablar del trabajo. Cuando lo tenemos, nos sentimos angustiados; nos acecha la pereza y la falta de responsabilidad; y cuando no lo tenemos nos preocupamos, sobre todo mirando al futuro; por eso precisamente es importante que hoy aprendamos una manera nueva de trabajar.
En primer lugar recordamos lo que ya sabemos: el trabajo es bueno y necesario; tenemos derecho a trabajar; trabajando se desarrolla nuestra personalidad. El trabajo es vinculo de unión con los demás seres; fuente de recursos para sostener la familia; medio de contribuir a la mejora de la sociedad en la que vivimos, y al progreso de toda la humanidad. ¡Qué bonito y qué comprometedor! Pero además, para un cristiano, esas perspectivas aumentan y se amplían, porque el trabajo aparece como participación a la obra creadora de Dios y porque, además, al haber sido asumido por Cristo, porque Él también trabajó, el trabajo se nos presenta como realidad redimida y redentora, se presenta como medio y camino de santidad, un medio para encontrarnos con Dios. Sí, el Señor se hace presente en nuestro trabajo; lo realizamos con Él y por Él. San Pablo nos dice: “Todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres”.

No olvidéis, también que a quien desea ser santo, no le basta trabajar; debe trabajar bien, empeñándose. Recordáis mis palabras: “Haz lo que haces, hazlo por Dios y hazlo bien”. Cuando yo enseñaba a las niñas y a mis religiosas, les decía esto desde el fondo de mi ser. Yo había vivido esa experiencia maravillosa; desde muy niña lo descubrí con alegría, pues así lo aprendí de mis padres y luego lo guardé en mi corazón como un tesoro. Yo sentía cada día que si en mi corazón hacía presente la memoria de Jesús y le contaba lo que tenía que hacer aquel día, en aquel momento preciso, su presencia se hacía más viva en mí y así “con Jesús trabajando, con Jesús caminando…”, todo era más fácil, yo lo hacía con esmero para agradarle a Él y eso me hacía feliz. Hoy te quiero invitar a vivir esta experiencia de trabajar con esmero, primorosamente, con responsabilidad, con amor y perseverancia; en resumen, hacerlo todo con Jesús y verás cómo tu vida será más bella y más gozosa.

domingo, 13 de noviembre de 2016

HISTORIA DE UN CAMINO

Son muchas las experiencias que se han ido viviendo este verano. Algunas se han ido compartiendo, otras nos van llegando y, como no las podemos publicar todas a la vez, las iremos subiendo al blog poco a poco. A todos os damos las gracias por seguir "haciendo familia" compartiendo y ayudándonos a enfocar la vida de otra manera, con las experiencias que nos contáis.
Un grupo de alumnas del colegio de Segovia son hoy las protagonistas, contándonos su experiencia del Camino de Santiago que realizaron con un grupo de jóvenes de la Parroquia de Quillo, de Toledo y de varios colegios Concepcionistas. ¡Enhorabuena y muchas gracias!


Esta es una historia que dio comienzo así: ninguna de las que nos apuntamos había hecho “el camino” por lo que era una nueva experiencia y no sabíamos lo que nos íbamos a encontrar. La primera sorpresa la encontramos nada más subir al autocar que nos recogió en San Rafael,  en el que encontramos un ambiente muy acogedor y agradable. Éramos un grupo formado por gente de Toledo, Madrid, San Lorenzo de el Escorial y nosotras, de Segovia.
Desde el primer día, después del viaje en autobús, comenzamos a caminar. El cansancio se fue haciendo presente;  la etapa de cada día, con sus kilómetros de subidas y bajadas; los madrugones, la falta de descanso al no poder dormir en el “cómodo colchón de tu cama”, sino en el suelo, a veces con frio y falta de espacio, acaba pasando factura. Cada día era un nuevo reto: ¿seré capaz de superar hoy la etapa?  
A mitad de semana nos enfrentamos con la etapa más dura: ¡38 Kilómetros! Caminamos por la mañana y por la tarde. Cuando parecía que ya ibas a llegar, aún quedaba “otro kilómetro” por recorrer. Estaréis pensando: ¡pues menuda aventura! … Sin embargo, curiosamente, todas coincidimos en que es una experiencia que merece la pena vivir. Al regreso el comentario común de todas nosotras era: “Yo repetiría el camino una y mil veces más”. Es una experiencia que hay que “vivir”, no se puede contar; hemos podido aprender que nunca se empieza el camino como se acaba; sientes que algo por dentro te ha hecho cambiar.
El Camino no consiste solo en caminar cada día un montón de kilómetros para comprobar si eres o no capaz. El camino es un lugar de encuentro con personas, con muchas de las cuales acabas haciendo una bonita amistad. Es una oportunidad para apreciar la magia del paisaje, la belleza de la Creación, experimentar el silencio en medio de la naturaleza; una experiencia de superación e interiorización.
Los responsables del camino y los monitores, nos fueron ayudando a descubrir la riqueza que ofrece el camino, especialmente Quillo, sacerdote de Toledo y M. Nieves, Religiosa Concepcionista de San Lorenzo de El Escorial, que intentaron hacer  que cada día fuese una experiencia nueva y positiva, ayudando, animando y apoyándonos en todo momento.
Por la noche además de un pequeño rato de encuentro y oración, terminábamos con una divertida velada en la que, mejor o peor, cada uno intentaba aportar su granito de arena para crear un ambiente de cercanía y familiaridad. Al final del día dormir en el saco era todo un lujo y, al meterte en él,  y a pesar del cansancio, sentías una gran alegría y satisfacción interior.
Hemos tenido la oportunidad de compartir grandes momentos con gente con la que no esperabas congeniar; poco a poco vas descubriendo en algunas personas grandes valores como la humildad, la generosidad, la sinceridad, la cercanía y la ayuda desinteresada. El camino es una buena escuela para aprender a convivir  y también para descubrir la importancia de respetar, pues en algunos albergues compartes las instalaciones con otros peregrinos que también necesitan descansar. Hemos aprendido cómo comportarnos y actuar en cada momento y lugar.
Hemos traído la mochila más cargada que cuando salimos de nuestra casa, no solo por los muchos regalos y recuerdos con los que nos han ido obsequiando: gorras, pulseras… sino también por las personas que se han quedado grabadas en el corazón. ¡Gran experiencia…mejores personas!
Deseamos repetir el camino de Santiago en un futuro no muy lejano. ¡VIVA EL CAMINO DE SANTIAGO!



Laura de Andrés, Gracia Martín, Elena Marina, Andrea Hidalgo, Anabel Martín, 
María Bernabé, Elena Olivar,  Inés del Barrio, Marta Martín, Raquel García y María Arévalo. (Alumnas del Colegio de Segovia)

martes, 8 de noviembre de 2016

ECOS DEL PENSAMIENTO DE STA. CARMEN Nº 24

ECO Nº 24 DEL PENSAMIENTO DE CARMEN SALLÉS 
“Tenemos que alabar a la Santísima Trinidad. El rezo del trisagio es una excelente alabanza”

REFLEXIÓN de M. Begoña Arias, rcm

¡Oh Dios mío, Trinidad a quien adoro, Padre, Hijo y Espíritu Santo! ¡Qué Misterio tan inmenso! Y a la vez ¡qué próximo y cercano a nuestra vida! (Cf. Hech 1,28.) Un Dios que no es Otro que el Dios Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, Tres Personas distintas y un solo Dios verdadero. ¡Ojalá viviéramos más conscientes de esta gran Verdad que nos habita!
Santa Carmen Sallés sí vivió este misterio, sí fue consciente de esa gran Verdad…, ella se dejó inundar por el Amor del Padre, del Hijo y del Espíritu. Santa Carmen no se entretiene en hacer discursos cuyo contenido sea la Trinidad. Ella sencillamente  VIVE, se deja llenar de la bendición que proviene de Dios Padre, un Padre que es providente, que conoce lo más recóndito del corazón del hombre. Carmen reconoce que esa bendición del Padre se ha volcado en los hombres hasta el punto de darnos a su propio Hijo, Jesucristo. Su experiencia de Jesucristo se plasma en el Amor, un amor que para ella es esponsal y lo llamará y lo reconocerá así: “Esposo Redentor, Maestro y Buen Pastor”
Santa Carmen vive y se deja llenar del Espíritu Santo. Toda su vida permaneció abierta a la gracia del Espíritu, dispuesta a escuchar y seguir su voz, estaba convencida que escuchando la voz del Espíritu Santo y siguiéndola no se equivocaba, estaba segura de que esa voz y esa gracia le transmitían la voluntad del Padre, voluntad que ella quería y deseaba llevar siempre a cabo. Su experiencia y vivencia del misterio trinitario se torna en ella alabanza y agradecimiento y como señal de esa alabanza reza el trisagio a la Santísima Trinidad, devoción frecuente en su época y sobre todo en Cataluña, muy recomendada por el P. Claret, que ella hace suya. Devoción que a su vez transmite a las religiosas de la Congregación. Santa Carmen reconoce que  a través de esta espiritualidad trinitaria se vive el amor de Dios al hombre y el amor del hombre a Dios. Ella no habla de inhabitación de la Trinidad en el alma, pero tiene la experiencia de que todo un Dios Uno y Trino la llena, la invade, la conforta, le descubre quién es la otra persona, una criatura hecha a imagen y semejanza de Dios Creador por lo que su oración se vuelve en alabanza continua al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Santa Isabel de la Trinidad deseaba ser alabanza de gloria a la Trinidad, santa Carmen no lo expresa con palabras pero su vida, sus acciones, su pedagogía, su interés y atención a la persona lo refleja.
Pidamos a santa Carmen que nos ayude a alabar y reconocer en nuestro interior al Dios Uno y Trino que nos habita. 


miércoles, 2 de noviembre de 2016

JOVENES CONCEPCIONISTAS EN LA JMJ-CRACOVIA

"ESTA ES LA JUVENTUD DEL PAPA" es una de las frases que más se ha coreado a lo largo de todas las Jornadas Mundiales de la Juventud y, en efecto, es la juventud del Papa, de la Iglesia... Una Iglesia siempre jovial y dinámica porque la fe no envejece, porque Cristo "es el mismo ayer, hoy y siempre" y esto nadie nos lo puede arrebatar. Es nuestro legado, nuestra herencia... Una juventud sana, universal, acogedora, alegre, compasiva y misericordiosa, solidaria, humana, entusiasta... 
La juventud que nos muestra el telediario, los periódicos, algunas webs... es una juventud superficial, materialista, frívola. PERO HAY OTROS JÓVENES que viven y sueñan, que tienen  metas comunes, ideales maravillosos, que miran hacia el cielo; ADELANTE Y MÁS ARRIBA, SIEMPRE ARRIBA Y ADELANTE, CON MARÍA Y CON AMOR.
Os ofrecemos un vídeo que os acercará un poquito a todo lo vivido esos días de ENCUENTRO y COMUNIÓN, de peregrinación hacia Cracovia. Sí, nuestros jóvenes concepcionistas peregrinaron con fe, tuvieron una fuerte experiencia personal y eclesial y son ahora portadores de ella en sus ambientes de cada día. Como nos dijo el Santo Padre, Francisco, la JMJ empieza AHORA, EN CASA. Ojalá no se os olvide y muchos se beneficien de todo lo que habéis compartido y seguiréis compartiendo. Fueron unos días de gracia y bendición, donde nos sentimos BIENAVENTURADOS, dichosos, junto a miles de jóvenes (y no tan jóvenes) que nos ayudaron a vivir y experimentar la dicha de ser y reconocernos HIJOS AMADOS DE DIOS y MIEMBROS DE UNA IGLESIA VIVA Y JOVEN.


lunes, 24 de octubre de 2016

ECOS DEL PENSAMIENTO DE STA. CARMEN Nº 23

“La alabanza a la Santísima Trinidad –Dios Padre, Dios Hijo, Dios Espíritu Santo- debe aparecer con frecuencia en nuestros labios, como brote espontáneo del corazón. Es la respuesta a su presencia en nosotros”.

REFLEXIÓN de M. Mª Jesús Mora, rcm

Toda nuestra vida está tejida en relación con Dios, en relación con los otros. No podemos entendernos a nosotros mismos ni ser felices, sino es con y junto a los otros.
Y es que... llevamos en nuestro ser el corazón de Dios. Somos, expresión de amor y estamos hechos, configurados para amar y ser amados, para dar y recibir amor. Nuestro nombre, como el de Dios, es también “amor”. Un amor que recibimos y que damos aquí en la tierra, y que sí, es un amor limitado -porque no somos capaces de darnos en la medida de nuestros deseos-  pero un amor con un sello de eternidad. ¿Os habéis dado cuenta de que todos los días al rezar el Padre nuestro, pedimos que se cumpla su voluntad así “en la tierra como en el cielo”? ¿Por qué en la tierra como en el cielo? ¿Por qué en el cielo? Un día me hice esta pregunta y mi corazón encontró una respuesta: ese amor que recibo aquí, ese amor que doy aquí, no terminará nunca, se continuará en el cielo; ese empeño incansable de Dios de amar, se perpetuará en la eternidad... “en la tierra como en el cielo”.

Llegará el día en que veamos a Dios cara a cara y que con una sonrisa le podamos decir en el corazón: “Señor, me amaste... yo, pobremente, pero con todas mis fuerzas, amé y te sentí dentro de mí. Y ahora, por fin, aquí, contigo para siempre, este amor se hace total y eterno”.


miércoles, 19 de octubre de 2016

CUANDO LOS SUEÑOS SE HACEN REALIDAD

Compartir nuestros sueños es algo maravilloso, que nos une y nos hace compartir lo que soñamos participando de las ilusiones ajenas como si fueran también nuestras. Cuando esos sueños se hacen realidad, el gozo es mucho mayor y esa realidad compartida se convierte en invitación para animarnos a seguir luchando por los sueños propios para verlos un día también hechos realidad.
M. María Sáiz, acompañó este verano  a un grupo de voluntarios de la ONG "SIEMPRE ADELANTE" a realizar el proyecto misionero en Consuelo (R. Dominicana). Le agradecemos su artículo y su trabajo en este proyecto solidario.

SOÑAR ES GRATIS, indica mirar hacia adelante, con la mirada atenta, con paso firme y decidido, movida por la pasión de una vocación, con rumbo a veces incierto porque implica dejarse llevar por el Espíritu… También el Papa nos invita a soñar.
Después de 14 años he tenido la oportunidad de volver a tierras dominicanas, donde tengo un pedacito de mi corazón, porque allí viví durante un año de mi vida.
Esta vez el tiempo parecía muy corto, tan solo un mes, pero el tiempo es de Dios, que no mide como nosotros y Él me ha hecho disfrutar, amar, agradecer…cada día sin límites.
Me han pedido que cuente la experiencia de este verano en el PROYECTO MISIONERO CONCEPCIONISTA que lleva a cabo la ONG SIEMPRE ADELANTE a través del voluntariado. Las palabras se quedan cortas para expresar todo lo vivido y compartido, la riqueza del encuentro y de la entrega, el sentir de una mirada y el calor de un abrazo, la escucha atenta y la sonrisa de Dios, la pobreza vivida en fe y la capacidad de amar y de dar hasta lo poco que se tiene, los gestos de humanidad, la acogida, la humildad… es imposible no ver a Dios en medio de esa realidad, porque Él también nació pobre, sencillo, humilde, necesitado, acogedor, feliz… y ahí le he visto, en sus favoritos.
Así lo he visto y así lo hemos vivido los 9 voluntarios que fuimos enviados a esta misión en Consuelo, República Dominicana. Siete españoles y dos mexicanas, todos concepcionistas. Nos hemos sentido familia y así vivimos esos días, desarrollando nuestra misión educativa-evangelizadora con niños por la mañana, por la tarde y “terminada la jornada establecida” con los niños de la calle… que de cualquier parte y enterados de nuestra presencia allí, venían a jugar, a contarnos sus cosas, a curarse, a sentirse mirados, mimados, queridos, escuchados, a recibir alguna galleta y un poco de leche, un jugo o algún caramelo u otra cosa que se ofreciera…
Hemos “descubierto a Cristo en el corazón de los niños”, como bien nos decía Madre Carmen Sallés. Hemos seguido su pedagogía “amad a los niños y sabréis educarlos”  y  QUÉ FELIZ NUESTRA MISIÓN,  hemos entregado nuestra vida a “esos pedacitos de cielo” que todo lo merecen por ser los “anawin” de Dios.

 Me gustaría destacar que hemos vivido la SOLIDARIDAD COMO ENCUENTRO, encuentro con Dios, con los demás y con nosotros mismos.  Los voluntarios iniciábamos la mañana con la oración en la capilla y en este encuentro acogíamos la fortaleza, apoyo, entrega, cruz, paciencia, amor, unión, Vida que recibíamos de Jesús y de María… para después entregar nuestra vida. 
Los días han sido continuos encuentros con los niños, los jóvenes, la gente del pueblo, el ambiente, la cultura,  las familias, muchas de niños apadrinados. Con ellos compartimos realidades diferentes a las nuestras, muy diferentes, pero con la certeza de que COMPARTIR, no sólo dar, ES LA GRAN RIQUEZA. Hemos recibido mucho de las personas, nos han dado lo más valioso de sus vidas, su tiempo, su sonrisa, su acogida, su cariño, su sufrimiento, sus inquietudes,  su plena confianza en Dios… hemos aprendido mucho de su vivencia de fe, de su humanidad, esa a que veces en esta sociedad vamos perdiendo…
Hemos constatado sus necesidades materiales y a la vez lo que nos dice Jesús en el Evangelio, ES POSIBLE VIVIR Y SER FELIZ CON MUY POCO.  Pero en muchos momentos tanta carencia nos ha impactado, nos ha hecho sufrir, compadecernos y hemos salido al encuentro con las ayudas que generosamente habíamos recibido para llevar y gastar allí en ellos.  El material escolar que llevamos desde Pozoblanco ha sido un gran regalo para todos ellos y nos ha facilitado la misión, ya que muchos no tienen nada. También las medicinas y los donativos han llegado directamente a las casas, veréis en la foto que repartimos cajas con comida y no podéis imaginar el agradecimiento de la gente, lágrimas, abrazos, expresiones como “Dios ha entrado en mi casa”, “ha escuchado mi plegaria”, “no teníamos nada para comer hoy”…
Es difícil “resumir” esta experiencia en unas pocas líneas, como decía al principio, pero sí es fácil plasmarlo en una palabra GRACIAS. Pasado un mes en mi corazón sólo brota el agradecimiento de cuánto viví, veo rostros, imágenes que se me han quedado grabadas, miradas, sufrimiento, dolor, alegría, humildad… todo envuelto, como en un regalo, por el AMOR. El AMOR DE DIOS que se hace presente en cada persona y realidad, porque ÉL VIVE EN TI, en mi y en todos nuestros hermanos, especialmente en los más necesitados.
GRACIAS a todas las personas que habéis colaborado económicamente o con el material escolar, todo ha llegado, se ha repartido y se ha gastado conforme a las necesidades. “Bienaventurados los que saben dar sin recordarlo y recibir sin olvidarlo”
GRACIAS también a mis hermanas concepcionistas por su acogida y servicio en nuestra casa de Consuelo, República Dominicana, porque ellas siguen haciendo posible que el Proyecto Misionero se pueda llevar a cabo.
Decía M. Carmen que “la gran riqueza es conformarnos con poco”, que “siempre hemos de estar alegres tanto en la escasez como en la abundancia”, que vivamos agradecidos a tantos favores como recibimos de Dios cada día, porque esto nos llevará al amor y el amor a Cristo y a los demás es lo que me ha impulsado a mí a llegar hasta República Dominicana y ENTREGAR MI VIDA, ALLÍ, AQUÍ Y DONDE DIOS QUIERA COMO RELIGIOSA CONCEPCIONISTA MISIONERA.

M. Maria Saiz, rcm

Voluntarios entregando comida a algunas de las familias del barrio

martes, 11 de octubre de 2016

ECOS DEL PENSAMIENTO DE STA. CARMEN Nº 22

“La Santísima Trinidad en nosotros ¿Se puede pensar en algo superior a esta relación mutua? Adoremos, amemos a la Santísima Trinidad”
 
REFLEXIÓN de M. Andrea Bordas, rcm
 
“En nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo….” ¡Cuántas veces hemos comenzado nuestras celebraciones con estas palabras mientras trazábamos sobre nosotros la señal de la cruz!
¿Casualidad o Providencia, que M. Carmen escribiera la oración a María Inmaculada, pidiendo la bendición del Padre, el amor del Hijo y la gracia del Espíritu Santo, haciendo sobre nosotros la señal de la cruz…?
Quizá, si nos adentráramos en el corazón de M. Carmen, podríamos escucharla decir que para ella: “Todo lo que tengo y soy, como María, está envuelto por la presencia de un Dios que es Trinidad”.
Acercándonos a su rostro, podríamos preguntarla, muy bajito, -¿y eso qué significa?- Ella con sus ojos grandes y azules, sonreiría, y nos diría: “Dios ha decidido caminar contigo cada día, ponerse en tu piel, sentir con tu corazón… es decir, no perderse ni un sólo instante de lo que vives, sientes, te hace sufrir o reír, Él quiere formar parte de tu realidad y tus sueños.
A ti, como a mí, se nos olvida muchas veces esto, y por eso, cuando haces la señal de la cruz, le pides que guíe tus pensamientos, tus sentimientos y tus palabras…así ese Dios Trinidad que sentimos lejano, viene a quedarse contigo, a habitar dentro de ti , vivir contigo cada momento…, Ante esto, nuestro corazón, como el de María, se siente pequeño, agradecido, sorprendido…surge en nosotros la duda ¿un Dios que es Trinidad, conmigo, cada día?
¡Atrévete!, ¡adora!, ¡confía!, porque recibirás de ellos su abrazo, su luz, su fuerza, su consuelo su compañía….¿Le dejas? La puerta de entrada es tan simple como trazar sobre tu cuerpo la señal de la cruz… ¿el resto? déjaselo a Ellos, saben cómo hacerte feliz, ¡nunca fallan!

lunes, 3 de octubre de 2016

JMJ POLONIA 2016

Las primeras experiencias del verano empiezan a llegarnos al blog ¡Qué alegría nos da que seáis generosos en compartir lo vivido y llenarnos a los demás! Fieles a la invitación de Santa Carmen: "Hay que llenarse para dar", y en eso estamos, invitándoos a enviarnos vuestras vivencias e inquietudes para que la riqueza sea mayor.
Los jóvenes concepcionistas que participaron en la Jornada Mundial de la Juventud disfrutaron a lo grande, conocieron varios países de camino a Polonia y afianzaron su fe y su identidad como cristianos en este encuentro internacional donde el lenguaje del amor y la amistad fue el idioma universal en esos días, con gestos sencillos y cercanos nos entendimos, rezamos, vivimos y compartimos. ¡Qué grande es la Iglesia y que don más hermoso el de haber sido bautizados!
Os invito a leer este testimonio de una alumna del colegio de Hortaleza-Madrid que no os dejará indiferentes. Gracias por compartirlo y gracias por hacernos sonreír a través de estas líneas.
 
¿Alguna vez habéis sentido que sois incapaces de dejar de sonreír? Esa sensación me invadió por completo durante toda la JMJ y es la más bonita e inexplicable de todas las que sentido. Los primeros días, estaba tan ilusionada que no me extrañó el hecho de no poder dejar de reírnos, pero me empezó a preocupar cuando incluso rezando laudes a las seis de la mañana, miraba a mi alrededor y veía sonrisas y más sonrisas, incluida la que mis labios esbozaban.
Fue llegar a Lourdes y que toda su agua, su luz y su magia nos inundara. Aunque no todo fue sobre ruedas, ahí estaban ellas, las sonrisas, a cada cual más radiante, a pesar de no poder ducharnos, tener que comer y dormir en el suelo, estar andando a todas horas, y escuchar misa en todos los idiomas existentes. Bajo la dulce mirada de María, vivimos los primeros días de nuestra gran aventura. Pasamos por la gruta de Massabielle, y tocamos la roca recibiendo con confianza el abrazo que Dios nos iba dando a cada uno, en el mismo lugar de las apariciones a Bernadette. Con cada una de las luces que encendimos aquel día, prendimos también nuestro deseo de iluminar y ser iluminados; de ser luz para todas aquellas vidas que nos encontráramos durante la peregrinación y de recibirla para alumbrar nuestra propio camino, que a veces con poca luz te acabas tragando algún que otro bache, perdiéndote, o simplemente saltándote un desvío…  
Aún tintineantes llegamos a Lyon. Nuevamente pareció no importarnos subir dosmilquinientos escalones. ¿Os cuento el secreto? La recompensa superó con creces el esfuerzo. No fue lo que estáis pensando. Sí, es verdad, un sofá con wifi hubiese estado de lujo, pero no se puede comparar con la gran catedral que abrió sus puertas a los peregrinos y nos sorprendió con la panorámica más bonita de la ciudad. Todo parecía ser lo contrario de lo que era, cada piedra era un lugar donde sentarse, cada escalón que subir, significaba estar un metro más arriba, cada curva, una preciosa foto y cada cuesta, era una rampa que bajar corriendo a la vuelta…  
A nuestro paso por Tréveris y Frankfurt, ya éramos todo unos expertos a la hora de interpretar el “Es un ratito andando”, “poneos deportivas cómodas” o “desde el coro se oye y se ve mejor la misa”. Venían siendo un “está mazo lejos y no vamos en autobús” y un  “vamos a estar de pie toda la mañana”.  Además a fuerza de estar en el coro, nos aprendimos prácticamente todo el cancionero. En realidad era  todo un placer escuchar como los que tenían el don de la música, lo compartían con los demás, mientras que tú hacías tu pequeña aportación entonando como buenamente podías.
Como en las mejores novelas, cada página que íbamos pasando era si cabe, más inesperada que en la anterior. Según nos íbamos acercando a Polonia, más personas nos íbamos encontrando,  más historias, más vidas, más ganas. Todos con un mismo destino, tras responder a una misma llamada  y con un mismo sentimiento… Verdaderamente como dijo el Papa Francisco, “Cuando Jesús toca el corazón de un joven, de una joven, este es capaz de actos verdaderamente grandiosos. Es estimulante escucharlos, compartir sus sueños, sus interrogantes y sus ganas de rebelarse contra todos aquellos que dicen que las cosas no pueden cambiar.” Y es que ni la burocracia pudo pararnos, bueno, solo un par de horas… ¿Os acordáis de las sonrisas que os comentaba al principio? Llevábamos  ya cinco días fuera y allí seguían, soportando como campeonas, el sueño, el hambre, la sed y la escasez de datos móviles.
La estancia con las familias en Wroclaw, fue toda una lección de misericordia. Una ciudad que por unos días abandonaba su rutina y se dedicaba por completo a los jóvenes. Sin conocernos de nada y sin ser capaces de comunicarse en su idioma, nos abrieron su casa y su corazón.  Estando allí me planteé la siguiente pregunta: “¿hubiese hecho yo lo mismo?” En verdad no me hizo falta responderme; tenía todavía demasiado que aprender. Nunca pensé que en aquel  rinconcito de Polonia, al que apodaron “Galilea”, recibiría un regalo tan grande. Sentirme como en casa a más de dos mil kilómetros de ella.
Llevaba todo el curso esperando que llegara ese momento. Llegar a Cracovia… Y por fin, allí estábamos, después de pasar por Czestochowa, más ilusionados que un niño de dos años. Entrando como troyanos en la ciudad, con banderas, cánticos y gritos. Al parecer, la lluvia también se ilusionó con nuestra llegada y se hacía presente en los momentos más oportunos. ¿Qué te quejabas del calor? Chaparrón ¿Qué acababas calado y necesitabas secarte? Sol para ti y para todos. Y aunque nos llovió, día si día también, llegamos a la conclusión de que no había mejor manera de emPAPArse…
Los días eran intensos, y el cansancio empezaba a hacerse notar. Dicen que el roce hace el cariño, y bueno, en mi caso, el roce hace rozaduras…  Pero aun con esas, siempre tenías a alguien al lado dispuesto a relajar el ambiente, alguien con quien hablar, que te diera una miseria de agua sin gas, que te cediera el sitio al verte cansado, que te dejase la batería portátil, que te cantara una canción, te hiciese de traductor, que respondiese a tus preguntas, caminara a tu lado, que te hiciese una foto o que simplemente, en silencio, te dedicase la mejor de sus sonrisas. Y son detalles diminutos, que terminas por ver de manera diferente, descubriendo en ellos un amor que va más allá de las palabras, de los besos o de los abrazos…
Realmente el que de verdad trabajó esos días, no fue el cuerpo, sino el corazón. Tenía tanto que rumiar, preguntarse, compartir y platearse... “Dios espera algo de ti, Dios quiere algo de ti, Dios te espera a ti. Dios viene a romper nuestras clausuras, viene a abrir las puertas de nuestras vidas, de nuestras visiones, de nuestras miradas. Dios viene a abrir todo aquello que te encierra. Te está invitando a soñar” “No os dejéis anestesiar el alma” nos dijo el Papa en la vigilia de oración. Ni os imagináis la cantidad de emociones que se pueden sentir cuando el corazón está a gusto... Y para estarlo, no nos hizo falta nada glamuroso. Estábamos sentados en el suelo, y aunque empezaba a refrescar a la vez que anochecía,  la vela que sosteníamos entre las manos nos daba el calor suficiente para sentirnos bien, que digo bien, muy bien.
Cada palabra del Papa era una invitación a abrir el corazón… “Le importas tú. A sus ojos, vales, y lo que vales no tiene precio” “No tengáis miedo de decirle “sí” con toda la fuerza del corazón” “Te llama por tu nombre. Tu nombre es precioso para él” ¿Os imagináis? Dios en medio de aquel caos tan alucinante y maravilloso, diciendo el nombre de cada uno de los que estábamos allí… A mí imaginarme esa escena, me sacó una sonrisa.
Cuando ya casi dominábamos el polaco, los mapas, los zlotys y bebíamos agua con gas, llegó la hora de emprender el viaje de vuelta. Eso sí, con las frases del Santo Padre en mente “La JMJ empieza aquí” y “hemos venido a otra cosa, a dejar una huella. Es muy triste pasar por la vida sin dejar una huella”. Los quince días que llevábamos celebrando la fe, empezaban a calar en nosotros más de lo que nos hubiésemos podido imaginar.
En el viaje de vuelta, el cansancio nos pasó factura, y más que contemplar el paisaje, recuperamos horas de sueño. Salimos de Cracovia, pero las sorpresas no habían acabado. Italia esperaba deseosa nuestra llegada y nos acogía como Don Bosco a sus chicos.
 
 
Cuando llegué a Madrid, todos me preguntaban si había visto al Papa… La verdad, que lo que para todo el mundo parecía ser el objetivo de la peregrinación, para mi acabó siendo solamente la guinda del pastel.  En realidad sin que nos diésemos cuenta,  ya nos habíamos encontrado con quien fuimos a buscar en la JMJ. Él nos había estado acompañando todo el viaje, y el Papa Francisco, no pudo expresarlo mejor: “Queridos jóvenes: habéis venido a Cracovia para encontraros con Jesús”.  
¿Sabéis algo que me llamó mucho la atención? Fuera cual fuese el idioma en el que escuchases esa última palabra, eras capaz de entenderla. En alguno era con una zeta, en otros cambiaba la acentuación, pero en todos, JESÚS, IESUS, JESUO, JEZU… se entiende como en la propia lengua y representa una misma realidad. Descubrí que esas dos silabas, son nuestro lenguaje universal.
Cualquiera que nos viese desde fuera, pensó seguro “Están locos estos cristianos”. Pero desde dentro, lejos de sentirnos ofendidos por ello, nos sentimos orgullos de ir por los caminos siguiendo la “locura” de nuestro Dios… Realmente es Jesucristo quien nos impulsa a levantar la mirada, a seguir caminando, a soñar alto y ser el rostro joven de la misericordia del Padre.
Y es que todavía hoy al recordar “nuestra aventura” sonrío inconscientemente…
 
Aurora Martínez Hernando, alumna de Madrid-Hortaleza
 

 
 
 

martes, 27 de septiembre de 2016

CAMINOS CONCEPCIONISTAS

JUNTOS ES POSIBLE, ¡claro que sí! Por eso, con los dones y cualidades de todos vamos haciendo camino concepcionista. Y aquí tenemos ya la canción del Objetivo de este curso escolar, que la profesora Katy y M. Dolores Velasco, del Colegio de Pozoblanco (Córdoba) nos han hecho llegar con su creatividad y buen gusto musical. Después, un grupo de alumnos de 2º de Bachillerato de Hortaleza-Madrid, han realizado un vídeo, ahí tenemos también muchos dones puestos al servicio de nuestra gran Familia. Para ello han utilizando fotos de nuestros coles y de actividades de pastoral, gracias a algunas personas que han sabido captar preciosas instantáneas que nos ayudan a poner vida y color a la letra y melodía de nuestra canción. Sí, NUESTRA, porque ya NOS LA HAN REGALADO, para que la disfrutemos, para que la cantemos y vibremos con ella... Sólo hay que SALIR... y uno ENCUENTRA ¡y mucho!
Gracias a todos y a seguir CREANDO y haciéndonos disfrutar, DANDO LO MEJOR. Feliz recorrido y ahí nos encontraremos, en el CAMINO CONCEPCIONISTA, FORTALECIENDO LA VIDA Y LA AMISTAD.

 

lunes, 5 de septiembre de 2016

SAL Y ENCUENTRA

Comienza un curso escolar y ¡aquí estamos! preparados para retomar la VIDA de nuestro blog, dispuestos a compartir los mejores momentos de la Familia Concepcionista, abiertos a acoger vuestros testimonios y experiencias. Este curso tenemos un reto apasionante por delante: SALIR. Sí, salir. ¿De dónde? Pues eso es lo que debes descubrir. Y para eso debes BUSCAR todo aquello que te suponga estar atado, lo que te paralice, también dejar comodidades, seguridades... y estar dispuesto a vivir en aventura, en confianza, en abandono, en libertad y providencia. SALIR PARA ENCONTRAR, PARA ENTRAR EN RELACIÓN CON LOS DEMÁS, CON DIOS... Esta es la llamada, la invitación. ¡Qué! ¿estás preparado?

sábado, 2 de julio de 2016

ECOS DEL PENSAMIENTO DE STA. CARMEN Nº 21


“Todo lo que hay que esperar del cielo, vendrá de la Santísima Trinidad” 

REFLEXIÓN de M. Benita Espadas, rcm

“Eres un cielo, estoy en el cielo, estoy en la gloria…” Son expresiones para indicar  que es algo sublime lo que se está viviendo o lo que significa la persona a la que se le dice; es como lo más grande a lo que podemos aspirar, es un estado de felicidad que, cuando ocurre, quisiéramos que el reloj se parara para siempre.

Esa debió de ser la experiencia de Pedro en el monte Tabor cuando le dice a Jesús: Nos quedamos aquí, acampamos, yo hago una tienda para cada uno y la felicidad plena. Dice después el texto que no sabía lo que decía. Así es, porque del cielo participamos “a goteo”, “a dosis”, mientras estamos peregrinando aquí en la tierra.

¿Quién no ha tenido momentos como ese de Pedro? Rebobina tu vida joven y descubre tus momentos de cielo; aquella palabra que levantó tu estado de ánimo, aquel abrazo de perdón, aquel lugar que fue “sagrado”, aquella compañía, una puesta de sol, aquel momento de encuentro con Jesús que sólo tú sabes, aquella convivencia, el saberte querido…

Esos momentos de cielo sólo nos pueden venir de quien es cielo, de la  Trinidad que es Dios-familia, Dios-relación, Dios-comunidad. Por eso los amigos fuertes de Dios dicen: “Quien a Dios tiene nada le falta”, disfrutan del cielo ya aquí en la tierra.