martes, 24 de mayo de 2016

ECOS DEL PENSAMIENTO DE STA. CARMEN Nº 19

La bendición del Padre, el amor del Hijo, la gracia del Espíritu Santo, sean con nosotros ahora y siempre”

REFLEXIÓN de M. Rosa Chao, rcm
Este es el broche de oro de una oración que todos los concepcionistas dirigimos a María.
¡Cuántas veces lo repetimos! Y tal vez en algún momento nos hemos parado a preguntarnos por lo que decimos. Pero, ¿qué pedimos a María Inmaculada? Sí, porque es a María Inmaculada a la que, como Madre, le pedimos que estén con nosotros la bendición del Padre, el amor del Hijo, de Jesús, y la gracia, la vida que nos da el Espíritu Santo.
Pues, la verdad,  es que es una petición que yo hago de carrerilla… Voy a hacerla despacio:
Primero pido la bendición del Padre, bendecir es bien-decir. Acojo con alegría que el Padre, que me ama, está contento conmigo, le gusta cómo soy…; mi capacidad de pensar, mi corazón que puede amar y recibir amor; mi capacidad de   entregarme, de ayudar…de poder  bien-decir de los demás, de los amigos y de los que no piensan como yo, e incluso, de bien-decir a los que no hablan bien de mí.

    Dios Padre tú me bendices, porque me has creado, me conoces, me acompañas con tu providencia, y derramas tu bondad contagiosa para que yo también bendiga.
Después pido el amor del Hijo, de Jesús… ¡y que amor! Hasta el extremo.

    Déjame Señor conocerte internamente y dejarme seducir. Hacerme compañía para Ti y querer ser como Tú, amarte y seguirte más, apostar mi vida junto a ti. Sé, que tú me quieres ver, amando hasta el extremo. Tú me das todo tu amor para que yo siga amando.
Por último pido la gracia del Espíritu, sí la que cubrió a María con su sombra cuando el Ángel le anunció que sería Madre de Dios, la gracia que M. Carmen sabía que nunca nos va a faltar. Gracia que es vida, luz, fuerza;

    Espíritu Santo  grita en mi corazón ¡Abba, Padre!, dame la gracia que hace que Jesús viva en  mí y que yo pueda salir de mí y anunciar a todos, como María, que Dios es grande y derrama su misericordia en cada uno de nosotros. 
Esto es muy fuerte que todos sepan que el Padre nos bendice, que Jesucristo nos ama y que el Espíritu nos acompaña para anunciarlo.
Gracias María, haz Señora consigamos  este regalo maravilloso.

No hay comentarios: